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Los probióticos son esenciales para la digestión y la absorción de nutrientes. Promueven una regularidad saludable y brindan alivio de molestias ocasionales, como hinchazón, gases y diarrea.
Los prebióticos sirven como alimento para las células que forman el revestimiento intestinal promoviendo el crecimiento de bacterias intestinales beneficiosas.
Diseñados específicamente para soportar el ácido estomacal durante la digestión sin necesidad de un recubrimiento entérico. Garantizan la supervivencia en entornos de pH ácido y alcalino.
Los probióticos y prebióticos ayudan a mantener un microbioma intestinal equilibrado. La ingesta regular favorece la salud intestinal general, la digestión y la función inmunológica.
El cuerpo de cada persona es único y los beneficios inmediatos, como la reducción de la hinchazón y la regularidad de los movimientos intestinales, suelen notarse en un plazo de 24 a 48 horas. Los beneficios a largo plazo, como la mejora de la salud y de la función inmunitaria intestinal, pueden tardar en aparecer o pueden ser imperceptibles, lo cual es normal. El consumo diario fomenta microbios beneficiosos que mejoran la salud general.
Antes de tomar cualquier suplemento durante el embarazo o la lactancia, consulte a su médico. En general, los probióticos se consideran seguros para las mujeres embarazadas y lactantes y no hay evidencia que los relacione con resultados adversos del embarazo en mujeres sanas.